NEM, la vida más allá de Ethereum

Ethereum mola, nadie lo va a negar, es el ecosistema de blockchain por excelencia y funciona. Pero esto es como todo en el mundo del libre mercado postmoderno; de lo que sea, tiene que haber por lo menos una alternativa. Este papel viene a representarlo NEM, una tecnología capaz de hacer sombra al gigante más etéreo.

Intentemos presentar sus rasgos más característicos y que lo hacen diferente a otros ecosistemas. Empezamos por su origen: sus desarrolladores (anónimos) comenzaron en 2014 desde un foro sobre bitcoin con la idea de crecer a partir de NXT, pero finalmente empezaron de cero. Y míralos, hoy son entre otras cosas una de las criptodivisas punteras en el mundo.

No, estos no…

Diferencia #1: usan un algoritmo de comprobación POI (proof of importance), no los habituales POW y POS. Así, para determinar el consenso se valora el número de XEM (la criptodivisa) de cada usuario, así como el número de transacciones realizadas. Así se incentiva más el uso de la criptodivisa que la minería o su acumulación.

Menos cantidad, más calidad

Lo que nos lleva a la diferencia #2: aquí no hay mineros, hay recolectores. No importa tanto el volumen de trabajo realizado con los megaordenadores de los mineros del sistema POW como el movimiento de XEM, que es lo que permite la creación de bloques; se crea un nuevo nodo (recolector) cuando 10000 XEM han sido transferidos a su cartera.

El sistema Eigentrust de reputación (#3) es otro gran aporte de NEM al mundo de las cadenas de bloques. Es un algoritmo para valorar la reputación de los usuarios de una red P2P. Cada miembro de la red tiene un valor de credibilidad único, basado en su historial de archivos subidos (transacciones). A más transacciones fiables realizadas, más alto el valor de su reputación.

Las cuentas multifirma y los mensajes encriptados para gestionar las relaciones entre usuarios son otras características propias del sistema NEM. Pero seguramente lo más importante (#4) sea su arquitectura en dos niveles. NIS (NEM Infraestructure Server), que no es código abierto, y NCC (NEM Community Client), que sí lo es. Esto permite generar con gran facilidad lo que llaman “activos inteligentes”, o sea, cualquier aplicación de la tecnología blockchain resulta muy fácil de aplicar en una red tan versátil.