Más allá de las ideologías y las posturas políticas, parece claro para todos que la situación económica venezolana puede admitir muchos adjetivos, pero ninguno demasiado halagüeño. El impacto en la calidad de vida de los venezolanos no deja de hacerse sentir, y algunas medidas gubernamentales parecen estar empeorando la situación.
Hace un par de años se puso en marcha el proyecto Petro, una criptomoneda “oficial” basada en commodities venezolanas (petróleo, pero no solamente eso) con un objetivo político claro: estabilizar el mercado monetario venezolano y fortalecerlo frente a la moneda extranjera. En nuestro blog hemos hablado ya un par de veces (aquí y aquí) de esta polémica e-moneda.
Los resultados están siendo desesperanzadores, sobre todo a la vista de las últimas maniobras gubernamentales, a saber, la concesión de un aguinaldo por valor de medio petro a unos ocho millones de venezolanos (funcionarios públicos y pensionistas), registrado el 18 de diciembre de 2019. Dicho “regalo” (o bono, como se denomina oficialmente) no está dando los resultados esperados.
¿Una carrera hacia el precipicio?
Las diferentes opciones para poner en uso dicho aguinaldo han sido más bien desoladoras. El precio fijado del petro, 60 dólares, poco tiene que ver con lo que los agraciados receptores del aguinaldo han encontrado en el mercado, sea para convertir su medio petro en bolívares, dólares u otras monedas digitales, y que ronda los 36 dólares.
Los esfuerzos por adquirir bienes en especie en los establecimientos equipados con BioPagoBDV (un sistema biométrico de pago digital directo) han sido numerosos, pero poco fructíferos; se han informados numerosos casos de mal funcionamiento, suponiendo en unos casos ineficiencia y en otros mala fe (dependiendo, cómo no, de la ideología de cada cual).
Quizás sea por un problema de saturación (se han registrado más de dos millones y medio de transacciones en las dos semanas posteriores a la entrega del aguinaldo), o quizás no; el caso es que el sistema BioPago ha sido suspendido temporalmente, como podemos leer aquí; las autoridades responsables alegan “mejoras en el sistema”.
Como cabe imaginar, esto no pone las cosas fáciles a los poseedores de petros, con un dólar claramente al alza en el mercado secundario (algo provocado, según muchos expertos, por el propio aguinaldo) y la opción de la compra momentáneamente bloqueada. De todas formas, el gobierno sigue firme en su intención de promover su divisa digital, con nuevos bonos, por ejemplo. A pesar de esa voluntad, el horizonte del petro es, cuando menos, incierto.