En los últimos meses venimos hablando bastante de una cuestión que a menudo (y contra toda lógica) pasa inadvertida: la de la estandarización de la tecnología blockchain. Este asunto está íntimamente relacionado con la posibilidad de llegar a ver, realmente, un mundo en el que la tecnología blockchain llegue a cambiar las reglas del juego.
Ahora ya no son «solamente» entidades del calado de Alastria (el consorcio español para el desarrollo de la tecnología blockchain) o del IEEE (una de las instituciones con mayor peso específico en la creación de estándares industriales) quienes llaman la atención sobre el asunto; el Foro Económico Mundial ha hablado. Sí, los de Davos. Y el diagnóstico no es precisamente para echar cohetes.
Inconsistencias, solapamientos y divergencias son algunos de los grandes problemas identificados por el FEM en el informe que, si no vamos a desgranar exhaustivamente en este post, vamos a resumir para presentaros sus principales ideas y tratar de exponer con sencillez por qué la estandarización es la gran asignatura pendiente del universo blockchain.
Un informe que todos deberíamos leer; pero los reguladores, más
Aquí tienes el enlace al informe, realizado al alimón con el GBBC (ya te contamos aquí quiénes son y de qué van), que desde luego no tiene desperdicio: 26 páginas que analizan cuidadosamente los esfuerzos de estandarización técnica realizados hasta la fecha, los problemas hallados y los pasos que convendría dar.
Para realizar el informe el FEM ha contado con la participación de 30 entidades de estandarización, 185 instituciones jurisdiccionales y casi 400 grupos industriales, aparte de la colaboración de otros colaboradores expertos en la materia. Juntos han identificado varios problemas y algunas posibles soluciones:
- Algunos espacios concretos del universo DLT, como la identidad, la ciberseguridad o la propia terminología, han sido abordados con entusiasmo en los «años del hype» y luego abandonados en buena medida.
- La falta de comunicación ha creado «vacíos» sin estandarización alguna y espacios «sobreestandarizados» con propuestas ajenas entre sí.
- No hay perspectivas de alcanzar una unificación de criterios para cuestiones tan elementales como los procesos de testeo y la interoperabilidad.
- Se recomienda a los actores con capacidad de decisión una planificación estratégica amplia, mucha colaboración y cierta paciencia con aspectos tecnológicos inmaduros.
Aunque el informe es una utilísima lectura para los responsables de la industria privada, es un claro aviso para navegantes (léase aquí responsables de la regulación, el otro pivote del futuro de la blockchain): sin estandarización no habrá una verdadera revolución industrial 4.0.