Legislación DLT: la controvertida donación de bitcoins a los diputados españoles

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No sé si os pasará a vosotros, pero hay veces que hago una cosa con toda la convicción del mundo y un rato después me encuentro rascándome la cabeza y preguntándome si no debería de haberlo pensado mejor. No puedo asegurar que sea el caso de Fernández y Caballero, pero tal vez debería serlo.

Me perdonarán por emitir una opinión así, tan a las claras, pero por más que leo y releo la noticia, no termino de verle mucho sentido a la cosa. Vamos más allá del titular: es inminente el debate parlamentario sobre la política estratégica digital española (lo que llaman «España Digital 2025»; se ve que el término «Estrategia digital para una España inteligente», por lo que sea, no cuajó).

Ante tal evento, la gente del diario digital especializado Observatorio Blockchain (con Covadonga Fernández a la cabeza) y de la plataforma de educación a distancia basada en la tecnología blockchain Tutellus (cuyo líder es Miguel Caballero, viejo conocido de la casa) decidieron donar un bitcoin a cada diputado para concienciarlos de la importancia de esta tecnología. En serio, voy a releerlo otra vez…

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A medio camino entre el lobismo y la autopromoción más descarada

Caballero y Fernández nos explican que se trata de una donación realizada a los grupos políticos a través de Bluewallet, y que el objetivo es familiarizar a los diputados, como actores centrales en la toma de decisiones políticas, del valor (nunca mejor dicho) de la DLT y la blockchain como tecnologías con un enorme potencial de transformación del cotidiano, y de la necesidad de allanar el camino legal para ello.

Intento hacer paralelismos sin que resulten chuscos, pero no me salen; es como si, en el momento de decidir la política pesquera española, dos prebostes del sector les enviaran una tonelada de pescado (o un kilo de salmonetes, que para el caso es lo mismo) a cada uno de los diputados. Para concienciar.

No deja de llamar la atención que se haya elegido la moneda digital, la más manida faceta de la tecnología blockchain (y la más sujeta a especulaciones, gastos de producción y desfalcos descarados), en lugar de mostrar otras virtudes (gobernanza colectiva o trazabilidad de microcréditos, por ejemplo) para concienciar a los diputados. Tal vez la idea fuera, sencillamente, esa: llamar la atención.

Si la tecnología blockchain tiene virtudes, que por supuesto que las tiene, flaco favor le hacemos visibilizándola para hacer donaciones económicas de dudoso impacto a los responsables de la toma de decisiones políticas. Y sin embargo, aquí estoy, hablando de ello…