Sin duda, hacer de tu ciudad la más feliz del planeta es un objetivo ambicioso, cuando menos. Pero el límite es el cielo cuando hablamos de los gobernantes de los Emiratos Árabes Unidos y más concretamente de Dubái. La expresión del jeque Mohamed ben Rashid Al Maktum no deja lugar a dudas. Y cuenta con la tecnología blockchain para conseguirlo.
El proyecto Smart Dubai es un amplio concepto orientado a maximizar las virtudes de la ya de por sí virtuosa vida en esa ciudad y, en último término, cambiar un modelo económico que empieza a verle las orejas al lobo (el lobo es el fin de la era del petróleo, por si no habías pillado la metáfora). Con más de 130 iniciativas en marcha, la implementación de la tecnología blockchain es uno de sus puntales.
Visto de otra forma, el proyecto es uno de los campos de aplicación (seguramente el más estacado) de la tecnología blockchain en los EUA, en el marco de su estrategia nacional al respecto, que ya comentamos de pasada en otra ocasión (y en otra, su criptodivisa). Una buena manera de dar un golpe de timón, ampliar horizontes de negocio y facilitar la vida de sus ciudadanos, todo de una vez. ¿De qué se trata concretamente?
Iniciativa pública y privada, 31 casos de uso
Los casos de uso más notorios y ya en marcha en Dubái tienen que ver con las finanzas, la administración de justicia y el procesamiento de datos. La plataforma de pagos online DubaiPay, el grupo bancario NBD, los tribunales DIFC y el consorcio de negocios Majid Al Futtaim ya tienen en común el empleo de blockchain en el marco de la capital emiratí. Aquí te cuentan los detalles.
Hay más proyectado, mucho más, indican desde Smart Dubai. La compra o alquiler de propiedades, la carga de vehículos eléctricos, la obtención de certificados de inspección técnica de vehículos, la emisión de recetas médicas, los servicios notariales, el trazado de control de alimentos, todo ello pasará por las cadenas de bloques en el Dubái del futuro más cercano.
Desde Dubái se apuesta fuerte por la DLT para ahorrar gastos en administración (se barajan cifras mareantes), para atraer empresas tecnológicas y para hacer más fácil la vida de sus habitantes y desarrollar, todavía más, sus negocios. Si bien un “gobierno blockchain” suena a exageración propagandística, es cierto que están volcados al máximo para que, por su parte, que no quede.