¿Te acuerdas (no disimules, que la última vez bien pudo ser antes de ayer) cuando tu madre te decía eso de que jugando tanto no ibas a llegar a nada en la vida? Pues habría tenido razón de no ser por la irrupción de los juegos monetizados basados en NFT y, en un sentido más amplio, en la tecnología blockchain.
Gamers del mundo, ante vosotros tenéis la oportunidad de darle una lección a vuestras madres y a todos los que os miran como auténticos haraganes de la vida. Pero este texto no va dirigido solamente a vosotros; inversores del mundo, ante vosotros tenéis un nuevo ámbito sobre el que posar vuestras ávidas garras para amasar fortuna, sí, más. ¿Pero aquí hay negocio? ¿Y son divertidos?
Pues parece que sí y sí. El exitazo de Axie Infinity demuestra que ambas cosas son posibles y compatibles. ¿Qué hace falta?
- Un juego atractivo que genere una comunidad de jugadores.
- Que esa comunidad esté dispuesta a dejarse los dineros en activos del juego.
- Que esos activos puedan convertirse en dinero tanto digital como fiduciario.
- Que ese dinero pueda moverse como NFT.
- Que los NFT, sus movimientos y transacciones, queden registrados con velocidad y fiabilidad en una blockchain.
El NFT, la piedra filosofal
El concepto de referencia en todo esto es el NFT o token no fungible. No suena extraño a los connoisseurs de la blockchain, pues estos tokens parten de las nociones habituales en este ámbito: unidades digitales de valor respaldados por un libro de registro (la blockchain de turno) y operados a través de contratos inteligentes. La peculiaridad: son únicos, similares a cromos o cualquier otro coleccionable.
Aquí es donde inversores y jugones levantan las orejas: ¿alguien ha dicho coleccionable? Eso se traduce en la jerga de Wall Street como “cosa por la que la gente está dispuesta a pagar mucho dinero”. Y en la jerga de Nintendo, como “cosa que pillas en un juego y te hace especial, muy especial”. Se abre la veda.
Bueno, lleva tiempo abierta, como decíamos al principio al mentar Axie Infinity y ya apuntábamos en 2019 (otro caso, el de los mundos virtuales semilúdicos como Decentraland). Tanto que los NFT de juegos han llegado a convertirse en monedas prestigiosas en países emergentes con salarios bajos y divisas poco atractivas, y estos juegos, en un trabajo.
¿Es para tanto? Pues de momento sí, y tanto jugones como inversores andan a la caza de nuevos juegos con potencial de lucro y diversión. Este experto brasileño te señala cuatro, dos en el mercado y dos en fase de preventa de NTFs. Hala, a disfrutar.