Aún está fresca la tinta del texto sobre GreenLedger que Mar Calvo ha publicado en este blog, cuando desde Criptonoticias nos cuentan que el gigante tecnológico Siemens ha puesto en marcha su propia plataforma para la comercialización e intercambio de energía eléctrica. Desde luego, algo se mueve en el sector energético español, y la DLT es el motor que sustenta ese movimiento.
Resumiendo mucho la nota de prensa del grupo alemán, la plataforma de Siemens se denomina e-ing3ni@ y permitirá el intercambio de energía de forma absolutamente auditable (cantidad, momento, origen, precio y demás variables) entre productores y consumidores, independientemente de su talla y del tipo de energía intercambiada.
La plataforma se ha desarrollado en colaboración con el grupo comercializador Gnera (y más concretamente su filial Enara) sobre la plataforma Quorum (la versión para empresas de Ethereum) y auspiciada por la cadena de bloques de Alastria. Es una red orientada en exclusiva al siempre polémico mercado energético español.
Un mercado llamado Energía 4.0
Citando la nota de prensa de Siemens, los participantes de la plataforma “podrán gestionar sus datos maestros, operar la compra y venta de energía, acceder a informes para conocer los resultados de su operación e integrar sus sistemas ERP para liquidar todos los conceptos correspondientes a sus clientes”. Dichas facilidades implican no sólo mayor transparencia de procesos; también puede repercutir en el precio de la energía.
La plataforma e-ing3ni@ será uno de los muchos exponentes de el enorme impacto de la tecnología blockchain en el sector energético. Más allá de las promesas y predicciones de algunos expertos (que, reconozcámoslo, a veces suenan fantasiosas incluso para el público especializado), parece que realmente la comercialización de bienes tan etéreos como la energía puede sufrir un vuelco.
Un vuelco que, en este caso, puede ser muy beneficioso para el consumidor. Optimizar la comercialización de la energía eléctrica permitirá compras más ajustadas a la realidad y necesidades de cada caso. Facilita las cosas a quienes sean capaces de producir su propia energía, y huelga decir que a la larga supone un gran paso para el afianzamiento definitivo de las energías renovables.
En todo caso, e-ing3ni@ (como buena parte de estas plataformas) es una realidad todavía en desarrollo. Ojalá pronto veamos un mercado energético más abierto y controlado, donde tanto el consumidor como el productor dispongan de una mayor capacidad de control sobre sus propias decisiones. Parece que, en efecto, el cambio está a la vuelta de la esquina.