Hace apenas unos días os hablábamos en este blog de Blockchain Spain, un encuentro puntero realizado en Madrid en el que se dio cita la crème de la crème del sector blockchain español e internacional. La Autoridad Portuaria de Cartagena también estuvo allí presentando su nuevo proyecto: Noms4all.
La APC, en colaboración con Repsol e Ilboc, está poniendo en marcha este nuevo mecanismo de gestión colaborativa en el entorno portuario, como informaban en su nota de prensa. Las ventajas que permite alcanzar la puesta en marcha de un sistema basado en las cadenas de bloques son, sencillamente, imposibles de ignorar: rapidez, eficiencia y abaratamiento de costes están asegurados.
La tecnología blockchain ofrece a diferentes actores implicados en un mismo ecosistema una gran facilidad para el intercambio de datos y para su monitorización automatizada entre los miembros de ese ecosistema. Se reduce así al máximo cualquier posibilidad de error en la gestión. Los datos son fácilmente trazables y auditables, y cualquier modificación debe ser consensuada.
Supply chain en los puertos, un gran caso de éxito de blockchain
La presencia de DLT tanto en la logística general relacionada con la cadena de suministros como en el caso más específico de la actividad portuaria no son ya, a estas alturas del partido, ninguna novedad. Pregúntese a Maersk o a IBM por TradeLens, o a… bueno, a cualquiera (Infosys o Tibco, que saben de lo que hablan) por el futuro de la supply chain y la ERP.
Los puertos comerciales son el entorno perfecto para poner a prueba las cualidades de la blockchain. Hay numerosos y muy diferentes actores implicados, entre navieras, empresas de transporte, consignatarios, entidades públicas de gestión y otros agentes privados. Se mueven tantos datos como mercancías, y es fundamental saber de forma rápida y certera quién envía qué a quién, cuándo, por cuánto y bajo qué condiciones.
Hay que pensar que buena parte de la gestión actual de buena parte del tráfico portuario mundial se hace con sistemas y programas informáticos desconectados entre sí, o incluso todavía en papel; cabe imaginar la lentitud que esto acarrea en algunos procesos, y el caos que puede generarse a veces…
La colaboración es absolutamente necesaria para mover los 120 millones de contenedores que surcan anualmente los océanos de un lado a otro del planeta, y la confianza… Bueno, para fundamentar la confianza, qué mejor que un sistema informático basado en una formulación matemática sumamente refinada, como es la blockchain.