Nuestro hijo se va de campamento de verano a Italia y come una salsa con nuez, a la que es alérgico. El personal paramédico de la ambulancia escanea su pulsera de datos y tienen acceso inmediato a su historia completa, episodio alérgico incluido (y el hospital al que se dirige, así como nuestro seguro médico y su médico de cabecera). Un procedimiento sanitario rápido y eficaz por cortesía de la tecnología de las cadenas de bloques.
La tecnología blockchain apenas ha dado sus primeros pasos en el ámbito de la asistencia de salud y el MedTech. Es un ámbito enorme y diverso, aunque su gran potencial no pasa desapercibido para nadie: compartir bases de datos (historiales médicos) hoy dispersas, gestionarlas para dar mejores diagnósticos y tratamientos, no es poca cosa. Por no hablar de los pagos entre seguros y la trazabilidad de medicamentos y materiales.
Son muchos los actores implicados: proveedores de salud públicos y privados, instituciones sanitarias, aseguradoras, empresas farmacéuticas, fabricantes y por supuesto los clientes/pacientes. Todos unidos por varias ventajas comunes; las cadenas de bloques harán la gestión de la sanidad más confidencial, rápida y fiable. La revolución se ejecutará mayoritariamente a través del establecimiento de contratos inteligentes entre personas, dispositivos electrónicos y objetos conectados a la red.
Los smart contracts y el IoT, en el núcleo de la revolución
Son también muchas las empresas que están orientando sus esfuerzos hacia la optimización de la asistencia sanitaria, en varios aspectos: interoperabilidad de registros sanitarios (médicos y económicos), trazabilidad de órganos de donantes, reembolsos y reclamaciones de gastos entre aseguradoras, seguridad y anonimato de datos médicos de pacientes… Son sólo algunos de los ejemplos más desarrollados.
Los datos compartidos, inmodificables y trazables de cualquier sistema de contabilidad distribuida son también interesantes para las políticas de prevención en salud pública de cualquier gobierno responsable. El manejo fluido de grandes masas de datos permitirá identificar y afrontar mucho mejor un brote epidémico, una población de riesgo, tendencias o desviaciones estadísticas…
Lo mejor de todo esto para nosotros, nos llamemos usuarios, clientes o pacientes, es que tenemos el control de todo este proceso. Es decir, nosotros damos o no nuestro permiso a las organizaciones para acceder a nuestros datos, que por lo demás seguirán siendo secretos y anónimos. La verificación por consenso en la que se basa cualquier cadena de bloques impide toda alteración, toda irrupción en el registro.