Era demasiado bueno para ser verdad, pero cuando empezamos a leer, reconozcámoslo, se nos pusieron los ojos como símbolos de dólar, en la más pura tradición del cartoon norteamericano. En realidad estamos ante una plataforma para que los desarrolladores de los clásicos juegos tragamonedas, en su versión en línea, pueden ser remunerados cada vez que un usuario lo juega en lugar de vender su juego una sola vez.
JoyToken es una compañía que ha decidido introducir la tecnología blockchain en el ámbito de los juegos de azar online para darle total credibilidad y transparencia, revolucionando el concepto por completo, dando nuevas oportunidades a los “peces flacos” del negocio y poniendo a desarrolladores y jugadores en contacto directo. ¿Directo del todo? Bueno, casi…
En realidad, JoyToken utiliza las cadenas de bloques para terminar con la opacidad que planea sobre las plataformas online de juegos de azar a través del registro del movimiento de cualquier ficha y del recurso a “agentes autónomos descentralizados” (contratos inteligentes) para resolver las apuestas. Se sustituyen así criterios de credibilidad o reputación que favorecen a las casas de apuestas más conocidas por una total posibilidad de verificación.
Juegos de azar más justos
Los jugadores tienen garantizada su seguridad; ¿qué pasa con los desarrolladores de juegos? Como todo creativo, el complicado proceso de llevar al público su producto hace que la mayor parte del beneficio se quede por el camino. JoyToken propone una relación mucho más fluida con el proceso. Los desarrolladores son remunerados por cada vez que se usa su juego. Se encargan además de verificar los juegos y de los requisitos regulatorios.
¿Por qué decíamos que el contacto desarrollador-jugador es casi directo? JoyToken ha generado además su propio casino en línea para albergar estos juegos, así como su propia criptomoneda para gestionar los pagos. Criptomoneda que, por cierto, está punto de salir al mercado para capitalizar la empresa, así que si te gusta la idea, no dudes en hacerte con unas cuantas.
Estamos ante un caso de manual de falta de confianza en una transacción solventada utilizando la tecnología de las cadenas de bloques. No sabemos cómo resultará el ambicioso proyecto (aunque promete), pero desde luego sí podemos imaginar que será una relación entre jugadores y casino mucho más transparente y fiable. Un juego mucho más justo.