La tecnología blockchain tiene múltiples aplicaciones en todos los campos, desde la alimentación hasta las finanzas. Sin embargo, uno de los problemas con los que se están encontrando las empresas para adaptarse es que cada blockchain tiene su propio ecosistema y estos no se comunican entre sí.
Tener multitud de blockchains es beneficioso, pues cada una puede servir para propósitos diferentes. Pero aún es mejor que esas redes puedan conectarse entre sí e intercambiar activos. Y ahí es donde entran en juego los protocolos de Crosschain. El llamado “Internet del blockchain” está buscando la forma de cambiar el modo en que se escriben y aseguran las blockchains hoy en día.
Primeros pasos para crear el “Internet del blockchain”
Se podría decir, por tanto, que los protocolos de Crosschain son una red de blockchains que pueden comunicarse entre sí porque todos están construidos de manera estandarizada.
Precisamente, Deloitte acaba de publicar las tendencias tecnológicas para 2108. Uno de los temas más mencionados en ese informe fue la conectividad de blockchain.
De momento la interoperabilidad entre los blockchains es prácticamente inexistente, pero están empezando a desarrollarse una serie de proyectos que luchan por convertirse en el “blockchain de blockchains”. Polkadot, Block Collider, Aion, Lamden, Metronome, el Protocolo InterLedger de Ripple, Cosmos o Fusion son algunos de ellos.
Crosschain en la red Cosmos
La red Cosmos fue creada por Jae Kwon como una red de hubs de blockchain que los ayuda a todos a conectarse entre sí. Esta red consiste en muchas cadenas de bloques paralelas e independientes llamadas zonas. Algunas de estas zonas actúan hub con respecto a otras zonas, lo que permite que muchas zonas interactúen a través de un mismo hub compartido.
Una de las características de Cosmos es que puede interoperar con muchas otras aplicaciones y criptomonedas, a diferencia de otros blockchains. Al crear una nueva zona, la red puede conectar cualquier sistema blockchain con el hub de Cosmos y mover tokens sin la necesidad de un intermediario.
La red Cosmos también tiene su propio token, ATOM, que se utiliza para participar en la red. Por una parte, estos tokens son utilizados por los validadores para mantener el consenso en la red. Por otra, se utilizan para pagar las tarifas de transacción por cualquier persona que interactúe en la red y transfiera el valor de una cadena a otra.
Crosschain en Fusion
Otro ejemplo de Crosschain podría ser Fusion. Esta plataforma utiliza los contratos inteligentes del blockchain para crear un ecosistema de cadena de bloques conectados. Su objetivo es eliminar las barreras que hay actualmente para interconectar todos los ecosistemas de los diversos blockchains
El primer paso que ha dado es ofrecer un sistema de préstamo multidivisas mediante el cual los usuarios pueden solicitar un préstamo en un token y pagarlo con otra criptomoneda.