Los vehículos autónomos de GM basados en la tecnología blockchain

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Creo que a estas alturas ya no queda ninguna duda del peso que las tecnologías de contabilidad distribuida (DLT y blockchain, básicamente) van a tener no ya en el ámbito tecnológico de los próximos años, sino en nuestra vida cotidiana. Estas herramientas se dan la mano con otros avances tecnológicos que pronto conoceremos y, en este caso, conduciremos; bueno, no.

Hablamos de los famosos vehículos autónomos, sin conductor o autoconducidos, como quieras llamarlos. Un viejo sueño humano en ciernes (lo de los coches voladores… no me olvido, no) y que puede mejorar de forma tremenda en eficiencia si se apoya en las cadenas de bloques. La gran empresa estadounidense GM han sido los primeros en darse cuenta o, al menos, desarrollar la idea.

personas en un vehículo autónomo

La noticia ha aparecido hace muy poco en Diario Bitcoin y ha sacudido, necesariamente, el sector de la automoción, que vive en un constante proceso de crisis y reinvención. El paso de gigante de GM se ha dado a través de la Fundación DAV y sobre la base de acuerdos de colaboración tecnológica con otros grandes del sector (BMW, Ford, Renault) en el seno del enorme consorcio MOBI.

Coches que comparten datos

Básicamente la idea consiste en crear una plataforma basada en la tecnología blockchain en la que los vehículos autónomos puedan depositar informaciones de todo tipo referentes al estado del tráfico y las carreteras, la gestión de rutas, los parámetros de conducción y cualquier estadística que pudiera ser digna de analizarse para hacer el sistema más eficiente (para crear paradas de “taxis” volantes en función de la demanda, por ejemplo).

Pero se puede ir más allá. Los vehículos autónomos podrían convertirse en carteras con ruedas para pagar automáticamente cualquier peaje, aparcamiento, repostaje o gasto asociado al vehículo. Si a la plataforma se adhieren entidades públicas, las multas de tráfico (¿los vehículos autónomos tendrán multas?) o la gestión de licencias y permisos podría verse muy facilitada también.

La idea marcada en la hoja de ruta de General Motors es que estos vehículos autónomos interrelacionados entre sí y con muchas otras entidades (pues la plataforma de DAV será pública, colaborativa y de código abierto) saldrán a la venta el año que viene, en 2019. Desde luego, el futuro ya está aquí; faltan los dichosos coches voladores que nos prometieron a la Generación X, pero por lo demás, ya está aquí.