El ámbito de la seguridad y la defensa no podía desperdiciar las grandes virtudes de la tecnología blockchain. Las recurrentes masacres que sacuden los Estados Unidos cada cierto tiempo han avivado el interés en los últimos años por el control de armas, pero sin renunciar a la controvertida segunda enmienda, que permite a todo ciudadano norteamericano portar armas.
La solución parece estar en las llamadas smart guns o armas inteligentes, armas que sólo pueden ser disparadas en determinadas condiciones, por ejemplo si son empuñadas por sus propietarios o si apuntan a blancos inmóviles. A pesar de las cautelas que sabiamente recomienda este colaborador de Forbes, este tipo de armas parecen el futuro dentro del sector armamentístico.
Así, veremos armas que sólo puede disparar su propietario, o sólo en determinados lugares, y que quedarían automáticamente inutilizadas en caso de robo, por ejemplo, pudiendo ser inhabilitadas por control remoto. En estas armas basadas en sistemas de sensores es donde las cadenas de bloques pueden ser de una importancia definitiva para su implementación.
Un consorcio de empresas del ámbito tecnoarmamentístico
El consorcio Blocksafe Alliance tiene el proyecto de liderar este salto tecnológico mediante un protocolo que favorece el anonimato de los usuarios, la rapidez y registro de los procesos y la integración de diferentes actores (autoridades, fabricantes y usuarios). Con una criptodivisa propia (TRIG) y un complejo sistema de control con varios niveles y horquillas, los departamentos policiales norteamericanos han puesto ya en ellos muchas esperanzas para el futuro.
Blocksafe Alliance está integrado por varias empresas cuyos líderes conocen bien el mercado armamentístico y tecnológico mundial: Justifire, TriggerSmart, Guniary, DataLife, Visual Flights, Kickr Design… No son precisamente un grupito de hippies y pacifistas con ganas de limitar el uso de armas; al contrario, son abiertos partidarios de la autodefensa armada y orgullosos productores americanos, declaran.
Las armas nos podrán gustar más o menos, y este nuevo invento de las armas inteligentes será lo prometedor que sea (mucho o poco, lo veremos), pero el sector de la seguridad personal armada es un negocio que mueve ingentes cantidades de dinero. Una novedad tecnológica como esta puede cambiarlo para siempre. Así que, en cualquier caso, yo no quitaría el ojo de encima de este proyecto…