Cuando abres un paquete de patatas fritas o de galletas saladas, ¿nunca te has preguntado con suspicacia de dónde viene todo eso y cómo ha sido producido? La trazabilidad de productos es ya uno de los ámbitos consagrados a la implementación de soluciones blockchain por su agilidad, fiabilidad y economía.
Si hace un par de años parecía que el espectro estaba restringido, en el caso de los bienes de consumo alimentarios, a productos ecológicos o de comercio justo, hoy se ha ampliado enormemente. Los consumidores, cada vez más conscientes, queremos saber qué comemos, de dónde viene y cómo fue producido.
Ahora, el enorme mercado de los snacks entra en la esfera DLT gracias a un desarrollo tecnológico de Siemens, que ofrecerá mayor transparencia al ciclo de vida de estos productos, con los que nuestras exigencias en cuanto a calidad comienzan a ser realmente altas. Sigue leyendo, te contamos los detalles.
Escanea un código QR para saberlo todo
Siemens es una de esas empresas que no necesita presentación. La tecnología, las comunicaciones y la energía son lo suyo. También los desarrollos de soluciones de automatización y software, como con MindSphere, un sistema operativo abierto de IoT en la nube con un enorme horizonte de posibilidades para conectar personas, cosas y sistemas.
MindSphere es el “lugar” donde se produce la magia. El código QR que incluye cada producto da acceso a una completa gama de información almacenada allí, que incluye desde los productos empleados hasta las fechas del proceso de distribución, pasando por todos los detalles de elaboración y manipulación del producto.
¿Y la ventaja? Para el cliente final, saber de dónde viene cada ingrediente, cuándo se produjo y cómo se almacenó. Para el productor, conocer cada detalle de la cadena y poder detectar fácilmente cualquier error para corregirlo y optimizar el proceso. Y todo ello de forma rápida y sencilla. En esta infografía puede que te quede más claro.
En realidad, lo que es realmente emocionante de todo esto es asistir en vivo y en directo a la popularización de una tecnología, la DLT o blockchain, que hace apenas un par de años parecía poco más que una promesa futurista. Esto no son los coches voladores del año 2000. Esto es de verdad, y ya lo tienes en la mano.