Hemos perdido la cuenta de cuántas veces habremos hablado ya de trazabilidad en nuestro blog. Para los muy despistados os dejamos la definición de la RAE: “Posibilidad de identificar el origen y las diferentes etapas de un proceso de producción y distribución de bienes de consumo.” Pues eso.
La trazabilidad, tangencial a numerosísimos sectores económicos (de la alimentación y la logística al transporte y el control de calidad) es uno de los ámbitos donde la tecnología blockchain está dando sus mejores frutos. No en vano permite certificar transacciones y cambios encadenados de una manera fiable, rápida y fácil.
La idea de aplicar la DLT al sector del transporte de mercancías peligrosas es un gran acierto en cuyo desarrollo andan empeñados dos institutos tecnológicos valencianos, el AIDIMME y el ITI. La idea es poder conocer al detalle la ubicación, estado y cambios sufridos por estas mercancías. ¿Cómo se hace eso?
Qué pasa y cuándo pasa, en el registro distribuido
La gestión de la documentación y el seguimiento y monitorización de las cargas son dos caras de una misma moneda que, hoy por hoy, se encuentran en silos de información independientes, repartidos entre las diferentes organizaciones que participan en todo el proceso. La comunicación y verificación es lenta, cuando no imposible.
Para ello, Gestablock (que es el nombre del proyecto; nos lo cuentan desde el ITI y desde AIDIMME) generará una plataforma de registro distribuido donde todos los actores implicados podrán colocar y tener acceso a la documentación sobre las mercancías peligrosas.
Al mismo tiempo, las unidades de carga o los materiales contarán con un dispositivo inteligente integrado en las unidades de carga. Dichos dispositivos remitirán informaciones varias (principalmente parámetros físicos) al mismo registro distribuido.
Así, los interesados podrán conocer el recorrido de una cierta mercancía desde su origen primario a su destino final, y todos los avatares de la misma (tiempos de almacenaje, golpes y caídas, alteraciones de embalaje o cambios de temperatura, por mencionar algunos) con una fiabilidad absoluta y una enorme facilidad.
No es complicado entender las grandes ventajas para la seguridad que orecerá la puesta en práctica de dicho proyecto. Además, la afluencia de catos permitirá optimizar embalajes y formas de transporte, y minimizar daños a los materiales y a las personas.
Ahora es el momento de las pruebas en entorno controlado por parte de varias industrias del sector. Les deseamos, por el bien de todos, mucha suerte.