Es de lo que está hablando todo el mundo, y eso nos encanta; porque nos encantan los casos de uso de tecnología blockchain relacionados con la trazabilidad, uno de los campos de aplicación más destacados. Ha llegado el turno de la trazabilidad del aceite de oliva virgen extra español mediante blockchain.
Los objetivos del Grupo Operativo AOVE Tradicional, que así se llama la iniciativa, tiene como objetivo principal “diferenciar el AOVE procedente de explotaciones de olivar tradicional”. La idea es dar valor a este tipo de producción, mejorando los resultados de las explotaciones tradicionales y así favorecer la buena salud de las empresas, el relevo generacional y la sostenibilidad ambiental.
Seguramente hayas oído eso de que “España tiene buen producto, pero no sabe venderlo”. Pues es verdad; además, internamente tendemos a consumir más aceite de oliva refinado a granel que AOVE tradicional. Paradójico, cuando el 90 % de las explotaciones de Jaén (con el 20 % de la producción mundial) son de menos de una hectárea. Y en la Unión de Pequeños Agricultores ya están hartos.
Transparencia y valor añadido en la cadena de suministro del AOVE
La idea es que el aceite de oliva virgen extra de explotaciones tradicionales pueda ser identificado como tal con todas las garantías de la DLT por todos los implicados en la cadena de suministro, del productor al consumidor final, desde el momento del vareo hasta que la botella llega a la estantería de la tienda.
Así no solamente se simplifican los trámites administrativos de certificación y se minimizan las posibilidades de cualquier práctica irregular o fraudulenta; también se garantiza a los usuarios que el aceite que eligen tiene una calidad y un método de explotación basado en la pequeña producción y la tradición, lo que sin duda le da un valor añadido.
La iniciativa es, como suele ocurrir en estos casos, una colaboración de UPA con diferentes organizaciones de dentro y de fuera del sector aceitero; el Grupo MIGASA como grupo empresarial del sector, Wealize como partner tecnológico, la Universidad de Jaén como subcontrata y LIDL como plataforma de comercialización colaboradora.
Por último, la iniciativa se concreta en más de veinte acciones que se llevarán a cabo hasta 2025 orientadas a mejorar la identificación, incentivar la comercialización y profundizar en la mercadotecnia del siempre precioso oro líquido de 24 quilates, el AOVE, procedente además de explotaciones tradicionales.