Con la tecnología blockchain ya madura y fuertemente asentada en los ámbitos en los que mejor funciona, es inevitable volver la vista hacia los casos de uso y modelos de negocio que hacen más ruido en los últimos tiempos. A la cabeza están los NFTs, desde luego, pero en un sentido más amplio y conceptual la tendencia se llama DeFi.
Por eso hemos querido echar un vistazo al llamado DeFi Adoption Index, un indicador creado por la gente de Chainalysis hace ahora cosa de medio año para cuantificar la adopción de las finanzas descentralizadas. Es el momento perfecto para mirar atrás, al panorama de hace unos meses, y adelante, aventurando las tendencias que esperamos que aparezcan en el próximo informe, el de 2022.
El índice de adopción DeFi de 2021 ofrecía dos grandes enseñanzas básicas. Por un lado, la adopción se reparte entre las grandes potencias económicas y financieras del planeta. Y por otro, las “ballenas” se han lanzado al mercado DeFi con toda decisión, y lo han ocupado en menos de un año.
Viejos cryptotraders a la caza de nuevos territorios
Antes de ir más lejos, señalar las tres métricas utilizadas para generar este índice:
- Valor on-chain en criptomoneda recibido en plataformas DeFi en función del producto interior bruto per cápita.
- Valor minorista (transacciones menores de 10.000 USD) total recibido en plataformas DeFi.
- Depósitos individuales en plataformas DeFi.
Así, los resultados pueden leerse en dos claves. Por un lado, en clave geográfica. En este sentido, los países con más implantación de DeFi son “países de ingresos medios o altos con criptomercados bien desarrollados y ámbitos profesionales e insitutcionales bien asentados” (traducción propia). En la lista destacarían potencias como Estados Unidos, China o Reino Unido, un núcleo indochino (Vietnam y Tailandia) y otros países desarrollados como Canadá u Holanda.
La otra clave está en la escala de los implicados en las finanzas descentralizadas. El informe diferencia entre grandes inversores institucionales, instituciones (públicas), profesionales, gran comercio y pequeño comercio. A lo largo de 2021, el primer grupo se impuso como el claramente predominante, mientras que los profesionales (independientes) tienden a desaparecer.
Si hay que buscar un “perfil de usuario” de DeFi, sería (siempre según el informe) el inversor o trader ya familiarizado con el mercado de las criptodivisas (y no precisamente por verse en escenarios inflacionarios o por su eficacia en el envío de remesas), que busca “plataformas tecnológicamente innovadoras”.