El escenario de la presentación del Centre Blockchain de Catalunya fue uno de esos sitios que llamamos «marco incomparable» con razón: la Llotja del Mar. Una adecuada elección por parte de la Cámara de Comercio de Barcelona (que juega en casa, como quien dice) y de la Consejería de Políticas Digitales de la Generalitat para presentar esta ambiciosa iniciativa.
Que existen en Cataluña interesantes proyectos (como el de los participantes en el DLT4EU o el de Blocktak) con la contabilidad distribuida como protagonista es una evidente realidad. En ese contexto, y polémicas aparte, está claro que este Centro está llamado a convertirse en una referencia nacional en cuanto a tecnología blockchain se refiere.
El Centre Blockchain de Catalunya (esta es la noticia) nace con la vocación de ser un catalizador de las energías que giran en torno a la tecnología blockchain en esa comunidad autónoma. «Sensibilización, formación, investigación, consultoría y organización de eventos», serían las actividades esenciales de este centro volcado con la DLT.
Estrategia, Observatorio, Centro
El centro se enmarca, en realidad, en el proyecto europeo de desarrollo de DIH (o Digital Innovation Hubs) en la UE. Como suele ocurrir cuando se intenta exagerar la utilidad real de un proyecto de por sí valioso, los responsables políticos indicaron que el Centre entraría a secundar proyectos ya existentes tan variopintos como el Pla DonaTIC, aparte de colaborar con la Generalitat en cuestiones de IA y ciberseguridad.
A su vez, el centro será una más de las piezas de la Estrategia Blockchain que el gobierno de la Generalitat definió a mediados de 2019, y se suma al Observatori de Tecnologies Blockchain de Catalunya para coordinar, supervisar y orientar los esfuerzos y los avances regionales en este ámbito. Toda una estructura, como vemos, puesta en marcha por iniciativa de las instituciones públicas.
La sede y las instalaciones del centro se instalarán en un municipio catalán (todavía por definir) fuera de Barcelona. No obstante, de momento la iniciativa no pasa de ser un convenio orientado a desarrollar una actuación conjunta, sin más detalles; el calendario preciso de la puesta en marcha del centro todavía no se conoce.
Sensibilizar y apoyar el tejido industrial, facilitar que las ventajas potenciales de la DLT tengan un impacto positivo en la población y dinamizar el ecosistema local son las líneas maestras de la política catalana en cuanto a la tecnología blockchain se refiere. Por buena disposición, que no quede.