El COEC (Col·legi Oficial d’Odontòlegs i Estomatòlegs de Catalunya) se suma a la estela de otras organizaciones profesionales como los ingenieros industriales gallegos o los aparejadores madrileños que han optado por implementar desarrollos basados en la tecnología blockchain en sus colegios. Se ve que cunde el ejemplo. O eso, o que la DLT merece la pena.
El Colegio se convierte así en la primera entidad catalana en utilizar esta tecnología, dentro de un programa más amplio de innovación tecnológica y transformación digital que tiene las miras centradas en cambiar los paradigmas de funcionamiento tradicional de este tipo de instituciones, haciéndolo más ágil, más económico y más fácil de rastrear y certificar.
No, no tiene que ver con que vayan a realizar los empastes mediante smart contracts, que puedas pagar tus implantes con criptomoneda o que vayan a hacer NFT con tus muelas del juicio. Los cambios afectarán básicamente al funcionamiento interno de la casa. A ti te va a seguir doliendo lo mismo. Pero si eres del gremio, todo te resultará más fácil.
Votaciones, fidelización y formación
Los campos de aplicación de la tecnología blockchain en el seno del Colegio serán básicamente tres: votaciones, fidelización y formación de los colegiados. Te lo explicamos un poco más:
- Votaciones: la DLT habilita votaciones en línea rápidas, sencillas y sobre todo fiables al 100 %. Los colegiados vienen votando en línea desde 2016, pero con una nueva identidad digital podrán realizar su voto con toda la transparencia, trazabilidad y privacidad necesarias en estos casos.
- Fidelización: el Colegio tiene previsto tokenizar los excedentes presupuestarios en forma de COECcoins, que serán otorgados a los colegiados en función de sus años de pertenencia a la institución, en el marco de un Premio Final a la Trayectoria Profesional.
- Formación: pionero en la formación en línea de sus miembros, el COEC podrá a partir de ahora simplificar todos los procedimientos administrativos relacionados con la certificación de sus acciones formativas sin perder fiabilidad por el camino, sino todo lo contrario.
Todos estos casos de uso pueden parecer poca cosa cuando pensamos en una transformación digital con mayúsculas. Sin embargo, a nuestro modo de ver son estos “pequeños” cambios los que tienen un impacto real en la vida cotidiana de las personas y, sumados, los que suponen una verdadera transformación de la realidad. Que se dé bien.