Vivimos en un contexto global y en un mundo liberal, pero un poco menos que antes. Lo que no echa el freno es la transformación digital y el entorno de desconfianza; al contrario, dichas tendencias se reafirman y ya seguramente estén haciendo la tijera con las líneas globales y liberales que decíamos. O sea, que somos menos globales y liberales que hace un año, pero más digitales y desconfiados.
Vaya forma rara de empezar un texto para decir todo lo contrario: que queremos hablaros de otra señal del desarrollo de las monedas digitales nacionales; y que en realidad el germen ya estaba ahí, claramente, antes de la hecatombe innombrable que parece haber puesto el mundo patas arriba, pero no, el mundo ya estaba patas arriba antes…
En fin. La compañía Apollo Fintech ha desarrollado una plataforma diseñada específicamente para la implementación de CBDC, o sea, central bank digital currency, o sea, las monedas digitales de los bancos centrales. ¿Os acordáis de la famosa criptomoneda nacional china? Pues seguimos dándole vueltas al mismo torno. Se ve que es un tema interesante, pero complicadillo…
Muchas posibilidades… y mucha polémica
La plataforma en cuestión se llama NPP (National Payment Platform), según nos cuentan en Cointelegraph, y permitiría a la autoridad financiera central de cualquier país la puesta en marcha de una moneda digital propia, con sus mecanismos de utilización propios completamente al margen del dinero físico en efectivo o de la infraestructura bancaria previa.
La accesibilidad y la usabilidad son las grandes bazas que hacen atractiva esta vía de operatividad financiera, muy especialmente en países donde buena parte de la población vive ajena al sistema bancario, pero que podría obtener ciertos beneficios del uso de una moneda digital, como pagos simplificados y un acceso fácil a crédito barato.
Por otra parte, a nadie se le escapa que los bancos centrales no dejan de vigilar con aprensión el desarrollo de criptodivisas particulares que, alejadas de la filosofía fiat tradicional, amenazan con socavar (sin prisa pero sin pausa) la única fortaleza que legitima la existencia de una banca central: la confianza en la autoridad.
Técnicamente la plataforma incorporará funciones (del tipo códigos QR, códigos offline seguros, SMS, etc.) para habilitar el uso de las CBDC y, en definitiva, permitir que la grasa siga lubricando el sistema económico mundial. Una grasa distinta, sí, con otro etiquetado y nuevos aditivos; pero grasa al fin y al cabo.