La versatilidad de la DLT es una de sus principales bazas para convertirse en una de las tecnologías hegemónicas del siglo XXI. Cierto, su base conceptual (una base de datos distribuida, colaborativa y encriptada) hace que los factores de privacidad, transparencia e incorruptibilidad primen sobre cualquier otro, pero ante todo destaca su transversalidad.
En el ámbito que ha dado en llamarse legaltech (de nuevo los dichosos “techs”), y que viene a englobar el conjunto de la tecnología orientada a ofrecer servicios jurídicos, encontramos numerosos usos de la tecnología blockchain que, en general, se alejan bastante de la manida y obtusa equivalencia entre blockchain y criptodivisas.
En este interesante artículo de Confilegal se han tomado la molestia de recoger los diversos casos de uso de la tecnología blockchain que se dan en distintos bufetes españoles, y no sólo españoles. Como no vamos a fusilar su texto, os remitimos al mismo para saber qué hacen Cuatrecasas, Pons IP, Gómez-Acebo & Pombo o Cysae, entre otros, con una cadena de bloques entre manos.
Notariado virtual y tokenización de servicios
Sea por contacto con compañías metidas de lleno en el mundillo de la DLT, sea por abrirse a la innovación tecnológica, diversos despachos se han lanzado, de una u otra manera, pro las procelosas aguas del blockchain. Y lo han hecho principalmente en dos direcciones: la del notariado virtual y la de la tokenización de servicios.
En el primer caso estarían las casas que han visto en la blockchain una opción barata y segura para registrar hechos o ideas y cualquier alteración de los mismos con un sello de tiempo. Los ámbitos de las patentes y las marcas, especialmente (pero no exclusivamente) si tiene que ver con la propiedad intelectual, es terreno abonado para este tipo de iniciativas.
En el segundo caso encontramos a aquellos despachos que han comenzado a emplear tokens (ojo, que no es lo mismo que criptomonedas) como una forma de dar un valor diferencial a sus clientes. Ofreciendo servicios legales o dando participación en proyectos sociales a través de este mecanismo, consideran este medio una buena manera de agilizar sus procesos, hacer más transparentes sus actividades y de, al fin y al cabo, fidelizar a su clientela.
La cosa no acaba ahí; si continuamos leyendo el artículo hasta el final veremos otros casos de uso de la blockchain en el universo jurídico del ancho mundo a cada cual más variopinto. Desde predecir demandas de trabajadores hasta registrar actas de matrimonio, lo relevante aquí es, como decíamos al principio, saber ver el potencial de la tecnología y encontrar la aplicación adecuada para cada circunstancia.