Siempre es un gustazo poder hablar de iniciativas empresariales exitosas basadas en la tecnología blockchain, pero mucho más si estas iniciativas son españolas; es como otro clavo en el ataúd del “que inventen ellos”. El de Muving es un caso paradigmático de ello: aplicar la tecnología blockchain de forma concreta, funcional y eficaz (algo que no siempre es evidente).
Empecemos por el principio. Muving es una iniciativa de Rafael e Iván Contreras orientada al sharing de ciclomotores eléctricos. Una idea surgida en Cádiz y que hoy funciona ya en 10 ciudades españolas y en Atlanta, EE.UU., con 3000 vehículos y 300000 usuarios. Ahí queda eso. Una solución sencilla, eficaz y ecológica para los nuevos desafíos de movilidad en las grandes ciudades, como Madrid.
El modelo de negocio funciona perfectamente sin cadenas de bloques de por medio; no es una de las ya conocidas soluciones blockchain para la movilidad para lo que Muving ha empleado la tecnología DLT. ¿Entonces? Pues ahí radica, a mi modesto modo de ver, buena parte del mérito: en usar la blockchain como una herramienta más en la búsqueda del éxito, sin ser necesariamente la piedra angular del negocio.
Cádiz-Copenhague en moto: un paseo triunfal
Lo que nos lleva a Copenhague, donde viene de celebrarse la European Blockchain Convention, uno de esos eventos mayores que reúne a la crème de la crème del ámbito blockchain. En esta su segunda edición (la primera fue en Barcelona), el uso que Muving ha hecho de la tecnología DLT la ha convertido en vencedora del premio de innovación entre más de cincuenta competidores.
Como nos cuentan aquí, Muving ha recurrido a la blockchain para financiarse. Cualquier puede invertir su dinero en el negocio, que no en la empresa, y beneficiarse de ello durante los próximos siete años: la arquitectura DLT le permitirá monitorizar de forma transparente, inalterable y en tiempo real el uso de la flota en cantidad de minutos facturados, viendo de forma inequívoca cómo va la empresa.
Muving mira hacia adelante y arriba, y busca una inyección de capital; aquellos que confíen en la idea y decidan darle su apoyo económico podrán estar seguros de conocer los pormenores financieros de su apuesta. Cumplidos los primeros siete años tendrán la opción de convertir sus derechos en acciones, pasando así a ser verdaderos socios de la empresa. Con blockchain, el proceso de auditoría es constante y al alcance de todos. Bravo.