La estandarización de los protocolos blockchain es seguramente, hoy por hoy, el mayor caballo de batalla en el entorno blockchain. Mientras no haya unas normas técnicas comunes que permitan optimizar los procesos y facilitar la interoperabilidad, la tecnología blockchain adolecerá, entre otras cosas, de una falta de confianza que puede ser fatal.
Ese ha sido uno de los temas centrales en el Foro Internacional SUMA 2019, que acaba de celebrarse en Alicante el 7 de junio, bajo el patrocinio de la siempre activa SUMA Gestión Tributaria (el organismo público recaudatorio de la Diputación de Alicante). La jornada, que contaba con la presencia de numerosos expertos y fue retransmitida por streaming, ha sido todo un éxito.
La estandarización de blockchain no fue la única cuestión tratada en el encuentro, como nos cuentan en el completísimo artículo de Información, pero sí uno de los más prometedores. La mesa vertical que trataba los desafíos por la búsqueda de un estándar estaba compuesta por varios miembros destacados del IEEE, una de las entidades normativas punteras del mundo.
A la caza de la interoperabilidad
Echando la vista atrás, no parece fácil generar un consenso internacional en cuanto a la creación de una normativa básica para que todos los lenguajes, ecosistemas y plataformas blockchain puedan “entenderse” entre sí. Sin embargo, esto facilitaría enormemente tanto la expansión de esta tecnología como la comunicación (y las transacciones) entre las diferentes cadenas.
En el IEEE piensan que cada industria necesitará su propio estándar. Utilizando el símil de las clavijas de los enchufes, indican que el sector farmacéutico y el de la energía, por poner dos ejemplos, tienen diferentes necesidades. Advierten, eso sí, de que es conveniente que el proceso de estandarización se asiente lo antes posible.
A día de hoy podemos ver numerosos esfuerzos de estandarización tremendamente variopintos (valgan como ejemplo los casos mencionados en este blog de INATBA, Crosschain, Alastria o European Blockchain Partnership), algunos a nivel técnico, otros a nivel legislativo o territorial. Es evidente que se impone cierta unificación de criterios si se quiere que la tecnología blockchain prospere y se extienda.
El IEEE ya está trabajando para crear diferentes estándares en los que la arquitectura de referencia, la terminología, las funcionalidades y la seguridad, entre otras cuestiones, sean comunes para cualquier desarrollo tecnológico basado en la contabilidad distribuida. Les deseamos suerte, porque no será una tarea fácil.