Cuando, hace cosa de tres años, se formó un consorcio español llamado Alastria orientado a la promoción de la tecnología blockchain y a aglutinar instituciones públicas, iniciativa privada y particulares que estuvieran interesados en su desarrollo, algunos (entre los que me cuento, mea culpa) lo miramos con escepticismo.
Y es que no son pocos los obstáculos que encontraron, y siguen encontrando, en su camino. El progreso es lento, quizás más de lo esperado (como leemos en esta buena visión de conjunto, adecuadamente crítica), pero los resultados van apareciendo. El menor de ellos no es haber identificado y señalado con el dedo los dos grandes campos de batalla: la estandarización y el soporte jurídico-legal.
La identidad digital es otro de los ámbitos en los que la tecnología blockchain promete mucho… Y ya va dando sus resultados, como decíamos. Aquí está, casi casi casi ya, la identidad digital autogestionada. Tras un par de años de espera, bastantes expectativas y mucho esfuerzo, el proyecto Dalion ha superado la prueba de concepto y está a punto de ver la luz.
Gestiona tus datos y simplifica tu vida
Todo parte de la ID_Alastria, un protocolo de identidad basado en SSI y desplegado sobre una infraestructura Ethereum-Quorum, plenamente acorde a las normativas europeas GDPR y eIDAS, y que tiene vocación de convertirse (estándares mediante) en un referente empleado por la administración pública española en el futuro.
Así se lo ha planteado también una selecta decena de compañías bancarias, energéticas y aseguradoras que han sacado adelante, a partir del MVP de Alastria, el proyecto Dalion: una identidad digital autogestionada que, basada en una wallet, agilizará de forma fiable y segura los trámites y el uso de información personal en numerosos trámites relacionados con estas empresas. Seguramente tengas algo con ellos.
Este tipo de identidad digital no solamente agiliza algunos trámites (como rellenar formularios online) y elimina otros (como la acreditación de identidad mediante la presentación de documentos analógicos), sino que ocurre en un entorno ágil, seguro y rastreable, por cortesía de la tecnología blockchain.
Y, quizás lo más importante de todo (desde la perspectiva cypherpunk): el usuario es quien decide a quién hace partícipe de su información identitaria personal en cada caso específico. Puede sonar grandilocuente, pero estaríamos ante una nueva era en cuanto a libertad y privacidad personal en el horizonte digital se refiere. Ahora, tú eres el dueño de tus datos. Úsalos sabiamente.