La interoperabilidad blockchain se llama Polkadot, dice un experto

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Los titulares tienen por objetivo resumir una información, pero ante todo atraer la atención del lector. En el caso de la noticia de Business Insider que motiva este artículo, lo han conseguido plenamente: Keith Bliss augura que Polkadot será la alternativa a Ethereum en tres años. Esto hay que leerlo más detenidamente…

Lo primero que cabe reseñar es que no hablamos de criptodivisas, sino de interoperabilidad, un clásico entre los caballos de batalla de la blockchain. ¿Pueden comunicarse las diferentes cadenas de bloques, y cómo lo hacen? De hecho, ya nos referimos una vez a Polkadot en ese sentido, hablando de plataformas crosschain, como una de las plataformas de interoperabilidad más prometedoras.

Lo segundo: no lo dice un comentarista cualquiera, sino Keith Bliss, presidente de Capital2Market, con más de diez años de trayectoria en criptoinversión a sus espaldas. Para darle más miga, Bliss lo traduce a números: una subida del 521% en tres años. Intereses y promociones aparte (que seguro que algo hay), merece la pena prestar atención.

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La cotización del DOT, el token nativo, la referencia

Polkadot es uno de lo primeros proyectos de interoperabilidad blockchain de los que tenemos noticia: el whitepaper (aquí lo tienes, por si te interesa) apareció en 2016 de la mano de Gavin Wood (cofundador de Ethereum, ahí queda eso), y define perfectamente en su título de lo que hablamos: de un marco “multichain” para redes heterogéneas.

Por lo que parece, Polkadot puede resolver problemas de interoperabilidad, pero también de escalabilidad y robustez, mejor de lo que lo hace Ethereum. Esto tiene enormes implicaciones a la hora de optar por uno u otro modelo a la hora de basar un desarrollo centrado en bockchain. Por otra parte, ambos marcos serían compatibles, lo que redunda en beneficio de Polkadot.

A efectos tangibles, hablando en dineros, esto se concreta en la cotización del token nativo de Polkadot, en DOT. No es una criptodivisa, que quede claro, sino un token orientado a gobernanza, operación y vinculación; pero como cualquier token, puede comprarse y venderse. Y (volviendo a Bliss) su precio promete ir al alza de forma vertiginosa en los próximos años.

Desde un punto de vista técnico, la gran diferencia entre Ethereum y Polkadot parece radicar en que este último apuesta por la proof-of-stake como protocolo de consenso. Desde la perspectiva del inversor, todo esto es lo de menos; de lo que se trata es de apostar por el caballo (más) ganador. Solamente el tiempo dirá si Keith Bliss tiene razón…