De ser cierta, la noticia no dejaría de ser una de las más sorprendentes de los últimos meses: IBM parece haberse cansado de invertir en blockhain. De ser cierta, hay que repetir; porque, si bien en CoinDesk (donde encontramos la noticia) hablan de cuatro fuentes anónimas, la responsable de relaciones públicas de IBM lo ha negado (prácticamente) todo.
En números, estaríamos hablando de unas ganancias en desarrollos blockchain muy, pero muy por debajo de lo esperado (¡el 10%!) en los dos últimos años. Consecuencia directa: restructuración profunda, que pasa por una desaparición prácticamente total del departamento blockchain de la casa. IBM se va a centrar en los servicios cloud, y la DLT será, como mucho, un recurso secundario para ello.
Un golpe de timón que no deja de sorprender si tenemos en cuenta el ahínco con que la compañía de Armonk había invertido en la DLT desde 2016 (llegando a autodenominarse como “blockchain leader for business”) y su participación en proyectos florecientes. A continuación comentamos las claves de este asunto.
Una gestión no orientada a la ejecución
Sorprende, desde luego. IBM es un habitual de nuestro blog por su participación en numerosas iniciativas y proyectos relacionados muy de cerca con la tecnología blockchain, tanto con socios como en solitario. Proyectos que, hasta donde sabemos, llevan un buen rumbo o están a pleno rendimiento: TradeLens, Blockchain World Wire, LedgerConnect, Humanity, Hyperledger…
Esta plataforma-consorcio, por cierto, es posiblemente el desarrollo más conocido y exitoso en el que IBM se halla involucrado (a través de Fabric), y de momento no parece que la situación de la compañía haya variado en la plataforma. Esto encajaría con la visión “eufemística” de la dirección que habla de un replanteo de objetivos y estrategias más que un abandono.
El gran problema parece haber sido, en palabras de una de las fuentes, que las expectativas eran desmedidas (esto nos suena a todos los familiarizados con la trayectoria de la tecnología blockchain) y que IBM nunca orientó su gestión hacia una ejecución adecuada, a pesar de las profusas y optimistas declaraciones del último lustro.
En fin. Cosas que pasan. Tal vez la inversión era desmedida, tal vez los resultados no han acompañado, tal vez el enfoque no fuera el más adecuado (habida cuenta que iniciativas muy pequeñas están obteniendo resultados brillantes con inversiones muy modestas). Quizás, sencillamente, hay horizontes tecnológicos más productivos a corto plazo. De todas maneras, IBM no ha desaparecido del panorama blockchain, y pronto volverán a la carga…