Cada día que pasa vamos conociendo los nuevos pasos que gobiernos de las cuatro esquinas del mundo van dando hacia la adopción de sistemas basados en la contabilidad distribuida para optimizar sus procedimientos de gobernanza. Ahora le ha llegado el turno al pequeño estado caucásico de Azerbaiyán, encandilado por las cualidades de la tecnología blockchain.
Azerbaiyán es un pequeño estado exsoviético de raíces turcas que ha conocido décadas de estancamiento económico, enfrentamientos domésticos y con sus países vecinos y un clima dramático de inseguridad política y económico. Ahora afrontan con optimismo un futuro mucho más prometedor, y han decidido apostar fuerte por las tecnologías de última generación.
Así lo explicaba a principios de este mes de noviembre, según varias agencias del ramo, el presidente del Foro de Internet azerí, Osman Gündüz. La blockchain podría comenzar a desarrollarse muy pronto en ese país en aplicaciones muy concretas relacionadas con la justicia, los servicios públicos y las políticas financieras de los bancos. Formaría parte de un ambicioso plan de modernización a cinco años vista emprendido recientemente por el gobierno azerí.
Registro judicial, contratos de suministros y KYC
El foco parece puesto en el arcaico sistema de registro judicial del país, heredado de época soviética y fácilmente susceptible de sufrir falsificaciones, enmiendas y todo tipo de alteraciones. El objetivo es reunir en un servicio de “Notariado virtual” todos los documentos notariales del país. No es poca cosa. Los sistemas judiciales de información y los registros penitenciarios también están en el punto de mira.
Como un objetivo algo más lejano se insinúan otros usos paras las futuras cadenas de bloques azeríes. EL primero de ellos sería la gestión de los servicios de suministros públicos (electricidad, agua, gas) a través de contratos inteligentes registrados en una blockchain pública. El segundo, un sistema KYC para gestionar la información de las entidades bancarias azeríes.
No obstante, no hay que precipitarse, deben haber pensado los actores implicados. IBM, el cerebro (y el músculo, también) detrás de esta implementación de DLT, no ha confirmado nada todavía. El propio Banco Central de Azerbaiyán (CBA) se ha apresurado a desmentir el bulo de que pronto emitiría su propia criptodivisa. Estamos ante un punto de inflexión que puede ser histórico para el país, así que ponme la casaca despacio…