De momento se trata de un rumor, así que no lancemos las campanas al vuelo, que luego ya sabemos cómo acaban estas cosas. Pero, según cuentan en Coindesk en este artículo (en inglés) del 7 de diciembre de 2020, BBVA estaría a punto de incluir entre sus servicios la comercialización de criptomoneda.
“A punto” quiere decir “around Christmas” (aunque parece que habrá que esperar unas semanas más), según fuentes sin identificar y pese a la falta de confirmación de los implicados. Estos implicados serían:
- FINMA, la autoridad suiza que supervisa el mercado financiero. Suiza, siempre a la cabeza en el mapa de la regulación en criptodivisa, sería pues la base de operaciones para todo el ámbito europeo.
- SILO, la solución de custodia de bienes digitales (algo más que una e-wallet) de la casa METACO, con la que ya está operando el banco pionero en ofrecer estos servicios, el ruso Gazprombank.
- Avaloq, el partner tecnológico con sede en Londres y que son los que ponen la tecnología, respaldada nada menos que por el prestigioso banco británico Standard Chartered.
Resumiendo: si todo esto es cierto, pronto podrás recurrir a BBVA para comprar y vender criptomoneda y otros bienes digitales con todas las de la ley, siempre dentro del ámbito europeo (al menos de momento). Hasta aquí, la noticia (que no es pequeña). Ahora, las reflexiones.
Un esfuerzo que tiene sus resultados
El que no arriesga no gana y el esfuerzo tiene sus resultados. ¿Topicazos? Puede ser, pero aquí está la pueba. Si recordáis, BBVA fue pionero en el desarrollo y empleo de soluciones financieras blockchain, y luego ha estado involucrado en un montón de iniciativas en este ámbito. De hecho, fue un claro caso de llegar demasiado pronto, antes de que tanto la tecnología como el marco regulador estuviesen maduros.
Quizás sea el momento, aparte de empezar a hacer operaciones, de pensar un poco en las diferentes trayectorias de los distintos actores implicados en la evolución del mercado financiero, el fintech y el sector bancario. Un amplio universo en el que participan entidades de muy diversa naturaleza (tecnológicas, sectoriales, institucionales, etc.), como hemos visto arriba.
Pero como no hay mucho sitio, vamos a resumir la idea con la mayor claridad posible. Para alcanzar un éxito como este, que lleva a evidentes beneficios y ventajas comparativas para los participantes, es cuando menos conveniente (por no decir necesario) un esfuerzo conjunto, si no una alianza, de público, emprendedores y organizaciones, tanto públicas como privadas.
O, cuando menos, evitar poner zancadillas a una realidad tecnológica, económica y social que se abre paso de manera naturalmente inevitable. Nos referimos, claro está, al asentamiento definitivo de tecnologías disruptivas como la DLT. ¿Quién detiene las olas del mar?