El futuro de la blockchain crece y se diversifica. Y en los años venideros no veremos solamente las grandes cadenas de bloques, las grandes criptodivisas, los grandes emprendimientos tecnológicos. Una enorme red de pequeñas blockchains y desarrollos DLT está en ciernes. Una de esas redes, de rango regional en este caso, es la que atrae hoy nuestra atención.
Estamos hablando de la que podríamos llamar “blockchain murciana”: una red DLT con capital y desarrollo murcianos que aspira a integrarse de forma natural en la región que la verá nacer en unos meses, según estiman los responsables de Factoría Blockchain, uno de los promotores del proyecto.
La red contaría con doce nodos y la decidida participación de organizaciones del sector blockchain, empresas privadas, universidades e instituciones públicas. Su objetivo sería dar un servicio blockchain (BaaS) de tipo muy diverso a las empresas y entes públicos que pudieran requerirlo en la región.
Agricultura, turismo, investigación, administración, gestión…
En este artículo de prensa, los protagonistas señalan, además de las sinergias establecidas, los numerosos ámbitos en los que podría ser última la tecnología blockchain en la región; y no podríamos estar más de acuerdo. Trazabilidad de productos agrícolas, compensación energética, huella de carbono, certificación de consumo de suministros, gestión documental, servicios de smart city, investigación…
El consorcio planea también la creación de un Observatorio Blockchain de la Región de Murcia, en el que partciparían las diferentes asociaciones blockchain locales, otras organizaciones regionales y que colaboraría con Alastria en cuestiones tendentes a la estandarización (algo que, como explicamos recientemente, está a punto de caramelo).
No es difícil predecir lo beneficioso de la implantación de la tecnología blockchain en el tejido económico y social de la región, a efectos de agilización y abaratamiento de numerosos procesos y trámites tanto en la industria como en el ámbito público. La naturaleza de esta tecnología permite a los pequeños operadores ofrecer un servicio adecuado a un precio competitivo, con las ventajas que da la cercanía al cliente.
Una verdadera alternativa de proximidad a los gigantes del sector del BaaS y sus enormes redes de blockchain. Parece que se consolida así el que llamamos en una ocasión el “hub blockchain murciano”, y que da pasos ciertos y decididos para convertirse en una realidad que parece segura: el florecimiento de redes regionales, locales e incluso de menor rango geográfico para gestionar cuestiones propias de la vida diaria de las organizaciones y de las personas.