Las enormes posibilidades que la tecnología blockchain y la DLT ofrecen en cuanto a seguridad, trazabilidad, velocidad y flexibilidad de transacciones y registros están ya fuera de toda duda. Es un hecho que no podía pasar desapercibido a las autoridades nacionales de todo el planeta, que se están poniendo manos a la obra para aprovecharlas al máximo.
Como podréis imaginar, revisar de forma exhaustiva todas las estrategias nacionales en torno a blockchain está muy lejos de nuestro alcance y del espacio con que contamos. Son muchos los países que se han interesado oficialmente por aplicar estas tecnologías, y lo están haciendo o lo harán pronto de muchas formas distintas. Aquí daremos humildemente algunos apuntes…
Además, en este blog ya hemos hablado otras veces de esto. Del Petro venezolano y otras e-monedas nacionales; de Estados amigables con bitcoin; de entidades públicas participando en consorcios blockchain; del peculiar caso chino, varias veces (este es el último artículo); de los usos jurídicos en Azerbaiyán y fiscales en Chile; de aceleradores de startups, ciudades inteligentes y experimentos electorales; y un largo etcétera.
La blockchain como parte de la política de Estado
Parece claro que contar con una estrategia nacional blockchain es algo simplemente necesario en el escenario internacional de la próxima década. Lo más interesante es ver que cada país adopta estrategias muy distintas, desde aplicaciones muy concretas e inmediatas a programas amplios y con un horizonte lejano.
En este artículo de Criptonoticias, Jackeline Rivero nos señalaba tres casos: los de Malta, México y Emiratos Árabes Unidos. Con un vistazo vemos que son muy distintos entre sí.
- La pequeña isla mediterránea de Malta quiere convertirse en el refugio de las empresas relacionadas con el comercio en criptodivisas. Ser, siendo honestos, una especie de paraíso criptofiscal.
- México, como muchos otros países de América Latina, han visto en la blockchain una oportunidad de oro para optimizar sus servicios públicos y hacerlos ágiles, transparenes y económicos.
- Para los EAU, la blockchain es una solución versátil: digitalizar las burocracias pública y privada, hacer de Dubái una smart city y participar en consorcios mundiales o en alianzas internacionales de todo tipo son sus líneas maestras.
Como vemos, los actores importantes en el universo bockchain son las empresas tecnológicas (gigantes o startups), claro, y también otras compañías o asociaciones privadas (banca, transportes, seguros, logística, farmacia, inmobiliaria, ocio), pero las entidades públicas de distintos países, véase Alastria para el caso español, están destinados a jugar un papel central en la implementación de la tecnología blockchain.